“Lo que quedó de la oruga comió el saltón, y lo que quedó del saltón comió el revoltón; y la langosta comió lo que del revoltón había quedado” (Joel 1: 4)
Introducción
La vista es una función de los ojos, pero la visión es una función del corazón
Todos tenemos un sueño en nuestra vida, ya sea personal, familiar o ministerial, ese anhelo de lograr metas y propósitos en la vida, pero un sueño no cumplido puede convertirse en una pesadilla, es en ese punto donde en vez de amar el sueño comienzas a maldecir el sueño.
Busca un sueño que sea más grande que tú mismo, y luego pon cada fuerza de tu ser en buscar que ese sueño se cumpla.
Los insectos en el versículo de Joel nos hablan de aquello que te roba la visión y mata tus sueños, la oruga, el saltón, el revoltón y la langosta son un efecto domino de alguien que ha perdido la visión.
1. La Oruga
Es aquella que siempre ataca en una planta a la semilla, por sus raíces debajo de la tierra.
La semilla: Sueño, Visión de Dios a nuestro corazón, es pequeña como una semilla, pero al ponerla en la tierra, esta le provee los nutrientes y se transforma en la más grande de las hortalizas.
Una persona sin visión es alguien sin futuro, hay personas a quienes se les ha robado sus sueños.
“sembraréis en vano vuestra semilla, porque vuestros enemigos la comerán” (Levítico 26: 16)
2. El Saltón
Este insecto lo que come es la savia, la cual está por dentro del tallo de la planta, es la que conecta los nutrientes de la tierra con el fruto, con las hojas, es lo que le da la vida a la planta.
Cuando la oruga te come la visión, viene el Saltón y te come la comunión, nos desconectamos de los nutrientes de nuestro espíritu.
3. El Revoltón
Este insecto lo que come es el fruto, Jesús Dijo: “Así que, por sus frutos los conoceréis” (Mateo 7: 20) una persona sin fruto es irreconocible, sin identidad, sin definición.
El Revoltón quiere robarte el fruto del espíritu y que vivas amargado.
“Más el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley” (Gálatas 5: 22-23)
4. La Langosta
Este insecto se encarga de destruir por completo la planta, devora todo lo verde, la seca y la mata hasta reducirla a nada, es la última estación de un creyente que perdió la visión.
“Destruyó mis vides y arruinó mis higueras; les arrancó la corteza y la destruyó, dejando sus ramas blancas y desnudas” (Joel 1: 7)
Consejos para cuidar tu visión.
· Hay que callar las voces negativas, no dejes hablar a los incrédulos que dicen que no lo lograras, no escuches a la chusma.
“Entonces Caleb hizo callar al pueblo delante de Moisés, y dijo: Subamos luego, y tomemos posesión de ella; porque más podremos nosotros que ellos” (Números 13: 30)
· No cuentes todos tus sueños, hay gente que no está preparada para que te valla bien, no están listos para tu éxito, hay quienes les gusta más llorar con los que lloran que reír con los que ríen, José conto sus sueños y sus propios hermanos lo vendieron como esclavo, lo traicionaron.
· Elimina de tu vida las relaciones toxicas, hay gente que te ayuda a salir de Egipto, pero no te puede ayudar a entrar a la tierra prometida, lo negativo se pega más que la fe, por lo tanto, aprende a levantar muros de protección a tu fe.
· Solo dialoga con Dios, nunca le preguntes a tu enemigo que opina de ti.
Ten cuidado con las opiniones, no todo el que te adula está diciendo la verdad y no todo el que te critica está diciendo la verdad, eso puede afectar nuestra autoestima.
Existen 3 imágenes de ti mismo
- Como te ven los demás
- Como te ves tú mismo
- Como realmente eres
Para saber cómo realmente eres, solo lo descubres yendo a la presencia de Dios, donde no escucharas la opinión de nuestro enemigo.
“Y hablaron mal entre los hijos de Israel, de la tierra que habían reconocido, diciendo: La tierra por donde pasamos para reconocerla, es tierra que traga a sus moradores; y todo el pueblo que vimos en medio de ella son hombres de grande estatura. También vimos allí gigantes, hijos de Anac, raza de los gigantes, y éramos nosotros, a nuestro parecer, como langostas; y así les parecíamos a ellos” (Números 13: 32-33)
Lo que Dios dice de ti.
“Pero ustedes son miembros de la familia de Dios, son sacerdotes al servicio del Rey, y son su pueblo. Dios mismo los sacó de la oscuridad del pecado, y los hizo entrar en su luz maravillosa. Por eso, anuncien las maravillas que Dios ha hecho” (1 Pedro 2: 9 TLA)
Anthony Hernandez
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