El Tabernáculo:

Era una tienda móvil o transportable símbolo de la presencia de Dios en medio de su pueblo.
Servía como santuario donde los israelitas presentaban sus oraciones, sus sacrificios y su alabanza a Dios.
“¿No se dan cuenta de que su cuerpo es el
templo del Espíritu Santo, quien vive en ustedes y les fue dado por Dios?
Ustedes no se pertenecen a sí mismos, porque Dios los compró a un alto
precio. Por lo tanto, honren a Dios con su cuerpo” (1 Corintios
6: 19-20 NTV)
“Le contestó Jesús: El que me ama,
obedecerá mi palabra, y mi Padre lo amará, y haremos nuestra morada en él”
(Juan 14: 23)
Componentes del Tabernáculo:
Dios dio instrucciones
precisas a Moisés sobre cómo debían construir el tabernáculo, este constaría
de dos partes principales:
·
El Atrio (o patio exterior)
·
El Santuario, compuesto por el Lugar
Santo y el Lugar Santísimo
El pueblo debía
construir todo tal y como Dios había indicado a Moisés.
“Haz que los israelitas me construyan un santuario para que yo habite en
medio de ellos. Deberán construir el tabernáculo y su mobiliario
exactamente según el modelo que te mostraré”
(Éxodo 25: 8-9 NTV)
1. El Atrio:
El área del tabernáculo estaba
rodeada por una gran estructura rectangular demarcada por cortinas de lino
fino, veinte postes y veinte bases de bronce en los dos lados más largos. Estos
debían estar posicionados hacia el norte y hacia el sur. La cortina de entrada
debía estar en dirección este, hacia la salida del sol. El atrio o espacio
exterior medía 45 metros de largo y 22,5 metros de ancho.
Todo el pueblo podía acceder a la zona del atrio, todo el que quisiera presentar sacrificios a Dios para perdón
de pecados podía entrar por la puerta colocada al lado este y dirigirse al
altar de los holocaustos.
“Yo soy la puerta; los que entren a través de mí serán
salvos” (Juan 10:9 NTV)
“Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie puede ir al
Padre si no es por medio de mí”
(Juan 14: 6 NTV)
2.
Cortina de entrada al
Atrio:
“Para la entrada del atrio, confecciona una cortina de
nueve metros con veinte centímetros de largo. Elabórala de lino de tejido
fino y adórnala con bordado hermoso de hilo azul, púrpura y escarlata. Sostenla
con cuatro postes, cada uno encajado firmemente en su propia base” (Éxodo 27:16 NTV)
·
9 metros de largo: Los Dones del
Espíritu Santo
·
Lino de Tejido Fino: La Humanidad
intachable de Jesús
·
Hilo Azul: Jesús Hijo de Dios
·
Púrpura: Jesucristo Rey
·
Escarlata: Jesús el Salvador
·
4 postes: los 4 evangelios
3. El Altar de Bronce
para los Sacrificios:
Esta era la zona del atrio donde
se realizaban los sacrificios a Dios y podía acceder todo el
pueblo, era lo primero que veían al entrar, acá se ofrecían
sacrificios para el perdón de pecados.
Todo el altar estaba cubierto de
bronce formando una sola pieza, era cuadrado, de dos metros con treinta
centímetros por lado y de un metro con treinta centímetros de alto, contenía
unas varas que facilitaban su transporte.
Jesús el sacrificio perfecto y sin mancha.
“Bajo el sistema antiguo, la sangre de cabras
y toros y las cenizas de una novilla podían limpiar el cuerpo de las personas
que estaban ceremonialmente impuras. Imagínense cuánto más la sangre de
Cristo nos purificará la conciencia de acciones pecaminosas para que
adoremos al Dios viviente. Pues por el poder del Espíritu eterno, Cristo se
ofreció a sí mismo a Dios como sacrificio perfecto por nuestros pecados” (Hebreos 9: 13-14
NTV)
La Sangre de Jesús perdona nuestros pecados. (Nos libera del pasado)
“Dios es tan rico en gracia y bondad que compró nuestra
libertad con la sangre de su Hijo y perdonó nuestros pecados” (Efesios 1: 7 NTV)
La Sangre de Jesús nos limpia de nuestros pecados. (actúa en el presente)
“y la sangre de Jesús, su Hijo, nos limpia de todo pecado” (1 Juan 1: 7 NTV)
La Sangre de Jesús nos justifica delante de Dios. (nos habilita para el
futuro)
“estando ya
justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira” (Romanos 5: 9)
4. La Fuente de Bronce
o Lavacro:
Esta fuente se hizo con los espejos de bronce donados por
las mujeres que servían a la puerta de la entrada del tabernáculo (Éxodo 38:8)
Los sacerdotes se lavaban las manos y los pies en la fuente como símbolo
de la limpieza necesaria antes
de entrar al lugar santo.
“Allí Aarón y sus hijos se lavarán las manos y los
pies. Tendrán que lavarse con agua cada vez que entren al tabernáculo para
presentarse delante del Señor y también cuando se acerquen al altar para
quemar sus ofrendas especiales para el Señor; de lo contrario, ¡morirán!”
(Éxodo 30: 19-20
NTV)
También es símbolo del bautismo,
la necesidad de nacer del agua.
“Yo te aseguro que quien no nazca de
agua y del Espíritu no puede entrar en el reino de Dios” (Juan 3:5)
5.
El Lugar Santo
Los
sacerdotes accedían al Lugar Santo pasando por una cortina de tela azul,
púrpura y escarlata, y de lino fino torcido, esta estaba colgada con ganchos de
oro sobre cinco columnas de madera de acacia que habían sido revestidas en oro.
Las columnas estaban afirmadas sobre cinco bases de bronce.
Veamos
la representación de la entrada para poder ingresar al Lugar Santo:
·
Azul: Jesús Hijo de Dios
·
Púrpura: Jesucristo Rey
·
Escarlata: Jesús el Salvador
·
Lino Fino Torcido: La Humanidad
intachable de Jesús
·
5 columnas: La Gracia de Dios
· Acacia: El Carácter del Cristiano, Este tipo
de madera es muy resistente a la humedad y al ataque de insectos y
hongos, por ello, es buena para su uso construcción y carpintería.
· 5 bases de bronce: 5 ministerios de la iglesia:
Apóstoles, Profetas, Evangelistas, Pastores y Maestros.
En el Lugar Santo se encontraban tres cosas
·
La mesa de los panes: la provisión de
Dios
·
El candelabro: la revelación de la
palabra
·
El altar del incienso: la Unción del
Espíritu Santo
6. La Mesa de los Panes:
Sobre la mesa de madera de acacia revestida en oro se colocaba el
pan de la proposición, eran doce panes que representan las doce tribus de
Israel, el número 12 es número de gobierno, representa el Señorío de Cristo,
cuando dependemos totalmente de él.
Esta mesa servía como recordatorio de la provisión constante de Dios para el pueblo durante los 40
años que vagaron por el desierto, provisión de alimento, de su presencia y de
protección.
“Yo soy el pan de vida. El que viene a mí nunca volverá a
tener hambre; el que cree en mí no tendrá sed jamás” (Juan 6: 35
NTV)
7. El Candelabro:
Estaba hecho de oro puro, labrado a martillo formando una
sola pieza con sus copas, sus cálices y sus flores. Era una pieza muy elaborada
con siete brazos que terminaban en forma de flor de almendro.
Sus 7 brazos representan los 7 espíritus de Dios sobre
Jesucristo, veamos Isaías 11: 1-2
Saldrá una vara del tronco de Isaí, y un vástago retoñará de sus
raíces, y reposará sobre él:
·
El Espíritu de Jehová
·
Espíritu de Sabiduría
·
Espíritu de Inteligencia
·
Espíritu de Consejo
·
Espíritu de Poder
·
Espíritu de Conocimiento
·
Espíritu de Temor de Jehová
Jesús es la luz que alumbra perpetuamente.
“Yo soy la luz del mundo. El que me
sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida” (Juan 8: 12)
8. El Altar para
el Incienso:
Era más pequeño que el de bronce, cuadrado, hecho de
madera de acacia revestida de oro, tenía un cuerno de oro en cada esquina; todo
el altar formaba una sola pieza. Estaba colocado frente al velo que separaba el
lugar santo del lugar santísimo.
Sobre este altar no se ofrecían sacrificios por pecados,
este era un altar de adoración, el sacerdote debía quemar incienso aromático
cada día y presentar su alabanza delante de la presencia de Dios.
“Cada mañana, cuando Aarón prepare las
lámparas, deberá quemar incienso aromático sobre el altar. Y cada tarde,
cuando encienda las lámparas, también quemará incienso en presencia
del Señor. Este acto deberá realizarse de generación en
generación. No ofrecerás sobre ese altar incienso no sagrado, ni ninguna
ofrenda quemada, ni ofrendas de granos ni ofrendas líquidas” (Éxodo 30: 7-9
NTV)
9. El Velo:
Este separaba el lugar santo del lugar santísimo, habla de la separación entre la santidad
de Dios y el pecado del hombre, el sumo sacerdote era el único al que se le
permitía pasar al otro lado una vez al año, él llevaba incienso al entrar al entrar al Lugar Santísimo
en señal de adoración, también llevaba sangre del animal sacrificado en
propiciación por los pecados personales y los del pueblo.
“Pero solo el sumo sacerdote entraba en el Lugar Santísimo
y lo hacía una sola vez al año; y siempre ofrecía sangre por sus propios
pecados y por los pecados que el pueblo cometía por ignorancia” (Hebreos 9: 3-5 NTV)
Este es el velo que se rasgó cuando Jesús fue crucificado
“Más Jesús, habiendo otra vez clamado a gran voz, entregó
el espíritu, y he aquí, el velo del templo se rasgó en dos, de arriba
abajo” (Mateo 27:
50-51)
10. El
Lugar Santísimo
Era la última zona del
tabernáculo, era la más sagrada, solo tenía acceso el sumo
sacerdote en el día de la expiación (Yom Kipur) una vez al año.
“Allí me encontraré contigo y te hablaré desde encima de
la tapa de la expiación, entre los querubines de oro que están suspendidos
sobre el arca del pacto. Desde allí te daré mis mandatos para el pueblo de
Israel” (Éxodo 25: 22 NTV)
Aquí era donde el sacerdote intercedía y clamaba por el pueblo delante
Dios, así como Jesús intercede
por nosotros delante del Padre.
“Entonces, ¿quién nos condenará? Nadie, porque Cristo
Jesús murió por nosotros y resucitó por nosotros, y está sentado en el lugar de
honor, a la derecha de Dios, e intercede por nosotros” (Romanos 8: 34 NTV)
11. El Arca del Pacto:
Era un símbolo de la
presencia de Dios entre su pueblo y del pacto que había establecido
con ellos. Era el lugar donde el sumo sacerdote se encontraba con Dios y el
Señor le hablaba a través de los querubines para mostrarle su voluntad.
El Arca del Pacto contenía:
·
El Maná del Cielo: La Provisión de Dios
·
La Vara de Aarón: La Autoridad de Dios
·
Las Tablas de la Ley: La Palabra de
Dios
“Luego había una cortina detrás de la cual se encontraba
la segunda sala, llamada Lugar Santísimo. En esa sala había un altar
de oro para el incienso y un cofre de madera conocido como el arca del pacto,
el cual estaba totalmente cubierto de oro. Dentro del arca había un recipiente
de oro que contenía el maná, la vara de Aarón a la que le habían salido hojas y
las tablas del pacto que eran de piedra. Por encima del arca estaban los
querubines de la gloria divina, cuyas alas se extendían sobre la tapa del arca,
es decir, el lugar de la expiación” (Hebreos 9: 3-5 NTV)
“Entonces Cristo ahora ha llegado a ser el
Sumo Sacerdote por sobre todas las cosas buenas que han venido. Él entró
en ese tabernáculo superior y más perfecto que está en el cielo, el cual no fue
hecho por manos humanas ni forma parte del mundo creado. Con su propia
sangre, no con la sangre de cabras ni de becerros, entró en el Lugar Santísimo
una sola vez y para siempre, y aseguró nuestra redención eterna” (Hebreos
9: 11-12 NTV)
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